jueves, 30 de abril de 2015

Después de mucho tiempo


 Después de mucho tiempo
la noche volvió a ser fría,
salió Luna pero no pude verla brillar,
estaban las estrellas pero no encontré su destello.

Después de mucho tiempo
volví a sentir el vacío en el pecho,
la soledad en el alma,
de nuevo se estremeció mi cuerpo,
las lágrimas afloraban
y mi sonrisa se apagaba.


Después de mucho tiempo
volví a la realidad,
escuché el inclemente silencio,
estalló en mi el desacierto,
inesperadamente la duda se disipaba.


Después de mucho tiempo
por fin había caído,
finalmente había cedido,
de nuevo había entregado todo
y precisamente todo había perdido.

Después de mucho tiempo
a la espera junto a mi ventana,
regresé a la Luna como sólo yo sé hacerlo,
me refugié en ella desde mi centro, desde mi interior,
le regrese todo aquello que le había quitado,
la razón, la pasión y el corazón.

Después de mucho tiempo
de desvelos y de insomnio,
le regresé a la noche lo que le había usurpado,
mi sentimiento y mi pensamiento,
le regresé lo mucho o lo poco que de mi ha quedado.

Y así, después de mucho tiempo
mi escape a la realidad se ha ido,
quedo en el letargo en que me dejaste,
en este espacio del espacio quedan mis ruinas
y el cascarón de lo que solía ser yo...

jueves, 22 de enero de 2015

Al igual que las caricias, las cicatrices enseñan también!

<<Y la noche sigue avanzando, los pensamientos siguen yendo y viniendo con oleadas de emociones que me cortan la respiración, oleadas de emociones que no me dejan enfocar la respuesta, que no me dejan ver…>>

Mi día se acerca, y como es usual en mi, me pongo un tanto más perceptiva, más alerta, porque no decirlo: un poco más sensible; y no es solo porque adore este tipo de fechas (mías y de aquellos a quienes quiero, como diría mi mejor amiga “eso es dejando registro telefónico, en Facebook y por Whatsapp”), se trata de que empiezo a evaluar si el año que termina ha valido la pena, empiezo a calcular hasta el más recóndito segundo ganado o perdido.

No evalúo si me arrepiento de algo hecho porque si no se hizo, NO SE HIZO! más bien me autoflagelo por lo que no hice, empiezo a hilar fino y analizar que oportunidades dejé ir, que momentos valiosos dejé escapar, y aunque no sean circunstancias recuperables, si van al sumario de cosas que no volverán a suceder. Llega el momento de proyectarme, de listar que quiero para mi, para mi hijo, mi familia, mis amigos, a quien quiero acercar y a quienes seguramente dejaré ir; y es que todo es mental porque adoro mi presente, he visto y vivido tantas oportunidades perdidas por "planear", que tengo la certeza de que si no se vive el “ahora”, no se vive!

No me callo nada, mantengo la sinceridad de mi mamá con la sutileza de mi papá, informo aquello que no me gusta y sin problema digo "te quiero" cuando es sincero, cuando viene del alma, cuando sale del corazón. Jamás olvido mi pasado porque es el pilar de mi presente y el cimiento de mi futuro, procuro que cada detalle (bueno o malo) se mantenga en mi mente para no caer de nuevo, o en su defecto, repetir y hacerlo mejor. Y es que esa es la parte más difícil de todo, poder distinguir a que parte y en que proporción se le debe dar rienda  suelta y continuidad a los impulsos y los deseos, porque al final del día abrir, mantener o cerrar ciclos también duele, también pesa.

Aún así, lo más difícil es dejar ir, y no específicamente de “váyase y no vuelva”, sino de contextualizar las circunstancias, de re ubicar a la gente de nuestra vida, es difícil ver que hay personas que valen y nos aportan por lo que significan para nosotros, pero existe el hecho de que no tendrán en nuestra vida el lugar exacto que queremos y aún así, eso no significa que no deban estar en ella. Por más que me digan que es mejor “aquí corrió, que aquí sufrió” con el paso de los años jamás lo he aplicado, el tiempo pasa y yo sigo pensando: “no corrió, ya dolió ya pa´que quiere correr, mejor desencantese, y pase del dolor a la indiferencia y ahí si es más fácil mandarle pa´la porra”, pero he de aclarar que tampoco es fácil.

Y entonces llega un año de tantos retos, tantas metas por comenzar, tantos sueños por emprender, tantas expectativas (propias y ajenas) por superar, tantas responsabilidades, ordenar tantas prioridades y aún así hay tan poco tiempo, tan pocos recursos, tan poco apoyo y tantos miedos. Pero sigo aquí, mentalizada, consentida, testaruda, decidida, comprometida, refunfuñera, sigo aquí siendo yo misma, siendo tan JENN, que estoy segura y tengo toda la fe de que podré hacerlo.

<<Acabo de llegar a mis veinte pico de años y mientras mi vida no es ni la mitad de lo que esperaba decidí cambiarla para hacerla totalmente mía, decidí recuperarla, poder seguir sonriendo con la certeza de que lo lograré>>

viernes, 22 de agosto de 2014

Y el estado perfecto sería ¿Sin sentimiento?

He cambiado, he cambiado mucho. Cuando tenía 22 años me sentía muy madura para mi edad ahora tengo 26 y algunas veces me siento niña; creería que se debe a que cuando tuve a mi hijo dejé de crecer para estar con él y la consecuencia es que en el camino me detuve, pero he aprendido tanto sobre la marcha que tampoco es que sea un caso perdido.



Aún así cuando miro atrás puedo ver cuan distinta soy, reconozco que no soy la misma, aunque eso es figurativo porque pienso igual, escucho la misma música, leo sin parar, volví a dibujar, de vez en cuando salgo a bailar, sigo creyendo en la gente aunque no tenga bases para hacerlo; me sigue gustando la cerveza, el Jager y preparar mistela casera para las ocasiones especiales. Sigo adorando la luna, la noche, las estrellas, me encanta la lluvia y más aún poder acostarme en el prado para que me rose la cara, caminar por senderos sin rumbo, hablar mucho y escuchar demasiado. Todavía río a carcajadas, me subo en la silla de un bar a bailar, cabecear o cantar, me fascina poder hacer reír a los demás, aún soy tierna, consentida, lloro de rabia, de alegría y de tristeza, me siguen gustando las palabras bonitas sean dichas o escritas, que me dediquen canciones, las indirectas totalmente directas y que me llamen de improviso.


Todavía me frenan en el baño del bar para hablarme de amor, conozco al bartender a cambio de pedir una buena canción, aún se me sienta algún loco de un parque para filosofarme de la vida, cantarme y pedirme cerveza. Esta es la hora en que no sé disimular lo que no me gusta, hago mala cuando estoy de mal genio, aún no he aprendido que a la gente hay que llamarla de vez en cuando, regaño a mis amigos cuando la embarran, pero los abrazo de alegría y procuro no soltarlos cuando están mal; paro en la calle a consentir perros y gatos desconocidos, correteo palomas en los parques, hago pucheros improvisados, amanezco leyendo o hablando con quien sin conocerme saca mis mejores sonrisas. Me gusta mirar a la gente a los ojos para encontrar un poco de su alma, me sonrojo con un piropo, sufro de risita nerviosa y sigo creyendo firmemente que no hay nada mejor que un beso!



Con todo y eso que he sido desde que me conozco, he cambiado! Estoy un poco rota por dentro, hay una parte de mi que esta perdida, no se halla ella misma y no me halla a mi;  hay tantas imágenes, tantos sentimientos, tantas voces, y al final quisiera salir huyendo un par de días para renacer, estar donde no he estado, compartir con quien no tenga necesidad de escuchar mis penas sino por el contrario me cambie de mundo temporalmente, quien me lleve a la naturaleza y al vacío sin saber por qué o para qué, solo salir a vivir un poco, que el sol, la lluvia y la brisa rosen mi cara, que sean uno conmigo.

Viendo todo esto, recuerdo que hace poco (una semana a lo mucho) Anna me preguntó si era feliz, el corazón me dio un vuelco inimaginable, sabía la triste respuesta a esa pregunta tanto como la sabía ella pero se hacía necesario formularla entre lágrimas y palabras de desolación. Aún así logró estabilizarme cuando también me cuestionó sobre si estaba segura de haber pasado una buena noche, tenía la certeza de que debía asegurarle que no había sido buena, había sido la mejor noche en mis 26 años de vida, no hubo necesidad o tiempo de titubear, sin duda lo fue, y no sólo por cada momento que pasó sino porque sin pensarlo y después de mucho tiempo, tuve toda una noche, tuve 12 horas lejos de mi realidad, lejos de mi.


No hay palabras que describan algo de todo lo que me esta pasando, simplemente soy yo, la que ven, la que oyen, la que leen; sólo soy yo buscando muchas risas mientras en el camino construyo otras tantas en los demás. Soy yo buscándome nuevamente. Siendo como siempre una especie parlante, lectora, que de vez en cuando intenta ser dibujante y escritora, con una mente a ratos confusa pero siempre totalmente segura, consiente de que "no todo lo negro es totalmente negro, ni todo lo blanco es totalmente blanco"*.


* Tomado de un gran plagiador...

sábado, 2 de agosto de 2014

¿Cuanta magia puede haber en una risa?


Cruza la puerta, se queda mirándome fijamente e inicia una charla que de entrada asumí debía ser 'trivial' pero que sin embargo se desarrolló entre risas y un estado constante de curiosidad; por no mencionar mis mejillas levemente sonrojadas en todo momento:

- ¡Hola!, ¿te puedo hacer una pregunta? - No me retira la mirada ni un instante y continúa-  ¿Es verdad que la niñas con lentes aman ciegamente?

-No, creo que el 90% las utilizamos por problemas como miopía, astigmatismo o algo por el estilo. - Las risas y mi cara de curiosidad no se hacen esperar -

-Y... ¿Por qué te ríes, acaso no crees que se pueda amar ciegamente? insiste él, desarmando cualquiera de mis barreras

Estiro mi mano: - Si me vas a preguntar que opino del amor, al menos presentémonos, mucho gusto, Jenniffer -

-Jorge, y el gusto es todo mío. (Tomó mi mano, y como todo un caballero en un baile real, la besó mientras me miraba fijamente).

-Entonces... - continúo - no apoyo tu teoría de los lentes y el amor ciego, simplemente porque uno deja de amar ciegamente después de amar la primera vez.

- Quizá Jorge esperaba cualquier respuesta menos ésta, su cara de incógnito y ese aire de desconcierto lo delataban -

-Y eso... ¿Cómo pasa? - Es lo único que logra esbozar tratando de articular una frase coherente luego de mi respuesta 

- Es sencillo, la primera vez que te enamoras (o crees hacerlo) das rienda suelta, te entregas, de hecho es un amor que no solo es ciego sino también sordo, mudo, excesivamente tolerante e incluso demasiado permisivo; ya luego te permites ver que todo es muy distinto.

- Y ¿cuándo pasa eso? ¿después de la primera cita, después del primer beso, tras la primer vez que hay relaciones...?

En éste punto me aterra la naturalidad con que puedo responderle ¿Es un logro de aquel extraño? ¿O soy yo sintiendo confianza y ganas de hablar?:

- Simple, después de la primer vez que debes llorar, el amor deja de ser ciego cuando él mismo te quita la venda de los ojos para mostrarte que no siempre es fácil, que como todo en la vida tiene carta abierta al dolor y el sufrimiento.

- Jorge se queda mirándome fijamente con una sonrisita que deja ver el desconcierto que siente ante mi respuesta, mientras se acerca un poco y yo retrocedo - me dice: ¿Te puedo besar?

No termino de imaginar mi cara y mi shock emocional cuando de inmediato miró hacía mis piernas y dijo: Soy muy consiente que puedes darme un golpe mortal acá mismo, pero es un beso con respeto a unos ojos tan lindos... 

La curiosidad que Jorge logra despertar en mi es inaudita, es un desconocido que logra generarme un alto grado de confianza - la suficiente como para no correr - fue la circunstancia, fue el momento, no lo sé... Retrocedo un paso más y él me sigue; toma con sus manos mi rostro, besa mi frente y da un paso atrás...Luego, mirándome fijamente me dice:

-Esa respuesta tan dura sólo puede darla alguien que realmente sufrió y lloró cuando amó, alguien que amó sin límites pero a quien si le limitaron el amor que debía recibir. Por eso déjame decirte algo con todo el respeto que te debo: Cuando quieras amar de nuevo, hazlo de aquella persona que te haga reír, enamorate de alguien que logre sacar tu risa en la presencia y en la distancia, esa persona que así no lo sepa te haga llorar mientras ríes a carcajadas, porque es esa persona la que realmente valorará tu alegría, siempre extrañará tu sonrisa y extrañará el momento en que no haya una curva de alegría en tu boca; porque sí, el amor también puede ser duro y dejar tristezas pero mientras esa persona tenga y valore el poder de hacerte reír siempre buscará hacerlo prevalecer sobre cualquier problema.

Ahora te besaré nuevamente con respeto y esperando que unos ojos tan lindos y llenos de alegría se mantengan así por mucho tiempo.

Efectivamente; es caballero, toma de nuevo mi cara entre sus manos, besa mi frente y dice:

- Adiós Jenniffer, cuídate mucho, que gusto conocerte...



miércoles, 23 de abril de 2014

Las decisiones que debemos tomar.

No es que no quiera tenerte cerca, no es que halla sucedido algo terrible o que ya me hallas lastimado, es solo que ... Cuando uno decide estrellarse debe poder tener la más mínima certeza de que el posible golpe valdrá la pena, debe haber algo que te aferre a querer seguir cayendo sin importar cuan profundo sea, y contigo pasa eso, todo inicia de una forma en que no hay campo para dudar en irme sumergiendo voluntariamente y poco a poco; me regalas parte de tu mente, de tus ideas, me abres una parte de tu corazón y eso es lo que me genera infinita confianza pero de repente ya no estás, no sé o no entiendo que sera lo que pasa, no me hablas como antes así qué no puedo ayudarte, apoyarte, desconozco totalmente tu  situación y mi posícion, y es que no te pregunto porque tampoco quiero entrometerme más de lo permitido, quiero que confíes en mi, que sepas qué estoy contigo, que te apoyo. Pero aparentemente tu no piensas  igual, y  por el contrario queda la intermitencia de tu presencia, sólo se visualiza el rastro abstracto de la que fue tu sombra, de tus palabras bonitas ya sólo mis recuerdos quedan y cuando me doy cuenta de eso, todo cambia. En algún punto del camino me dejas sola, y ha sucedido tantas veces ya, que llegó el momento decisivo donde debo darme cuenta que algún día lo harás definitivamente, entonces mi lucha, mi tristeza y mi riesgo fallido serán sólo míos. 

Hoy, después de muchas pocas palabras, llego a racionalizar cuanto me gustas y se torna preocupante, por ende decidí que mientras esté en mis manos no quiero saber de ti, no quiero que sepas de mi, y no se trata de que no pueda saludarte, o que si te veo en la calle vaya a ignorarte, se trata de que mientras esté en mis manos necesito que dejes de gustarme, necesito dejar de pensarte, de visualizarte en la distancia, de anhelarte, no quiero que me atraigas mas porque lastimosamente tengo la mala idea, la pésima convicción y la odiosa costumbre de ponerle mi empeño ciento por ciento a todo, sea para bien o sea para mal y tu eres un mal que me encanta, pero que muy a mi pesar después de un tiempo me alejas y personalmente, ya fue suficiente, lo hiciste el máximo de veces permitidas, no puedo dejar que siga pasando.

domingo, 23 de febrero de 2014

El que juega a que lo extrañen... Se arriesgas a que lo olviden

Hay gente que piensa que cuando le cuentas algo de lo que hay en tu mente y les abres un poco el corazón entonces todo esta hecho y las cosas llegarán por si solas (claro está, si es que hay algo por llegar) y se equivocan! Bien dice el proverbio "El que juega a que lo extrañen, se arriesga a que lo olviden".

No sé donde radique realmente el problema, o bueno si sé donde radica el mío y es que no abro el corazón para no ir a cag... embarrarla con la boca; y es que pocas, muy pocas ... CARAJO, contadas veces con una mano y de dedos mochos, le digo a alguien que estoy pensando, como me estoy sintiendo, y eso es porque cuando lo hago siento que pierdo algo de mi, la situación no está en mis manos, diríamos con mi mejor amiga, mi linda Resnick "pelamos el cobre y el sartén ya no lo tenemos por el mango" y sea cierto o no siento que realmente ya no tengo el control e incluso llego a pensar que hasta me apendejo. Y es que realmente apostar a ciegas me gusta pero ya no es tan lo mío, ya perdí mucho, en el pasado me facturaron sin justa causa cuando quisieron, cuanto quisieron y como quisieron, por ende tocó dejar de sentir y pensar más, aprender a aplicar el buen dicho que dice: Quien conoce su historia no se arriesga a repetirla.  Ahora, ¿Donde radica el problema de la contra parte?  Bueno, ese si es todo un problema, pero enfocándonos en lo que nos atañe pues... No se puede habitar un espacio (mente y/o corazón) que no ha sido debidamente desalojado (si lo sabré bien yo) pero carajo, hay espacios que valen la pena el esfuerzo o al menos así se dejan ver. Fuiste un sol, me deslumbraste, me fascinaste, me encantaste, me convenciste, la embarraste, la arreglaste y ..... ...... ...... Algo pasó, no sé que fue pero pasó! Algo en ti se perdió, algo dejaste ir y con eso empiezo a irme yo. 


Y es que yo soy así: tierna, consentida, preocupada, entregada, yo no me doy cuenta de nada pero todo se me nota, pese al accidente que tanto cambió de mi, sigo funcionando 200% con el corazón y me aterra pensar que con toda la certeza no me importar como termine apuesto a darme duro contra el mundo porque siempre habrá algo que valdrá la pena  y eso esta bien hasta que se abre la brecha de mi conciencia porque ... Agh, no soy una mujer a la que se deba dejar pensar, no demasiado, sino literalmente NO DEJARME PENSAR; porque cuando hay un respiro, y se detiene el funcionamiento de mi corazón entra en funcionamiento la razón, ahí ella toma el mando, cambia todo y me dice "tranquila que aún nada se ha perdido". Lo triste es que se equivoca porque al final del día todos hemos perdido un poco de nosotros en cada batalla y hemos dejado prendido algo de nuestro ser en cada lucha; mi razonamiento es en verdad mi mecanismo de defensa, trae a mi mente todos los pero, no me deja ver que tan real es desde el otro lado el interés y así opaca automáticamente el mío, empiezo a extrañar lo que estaba pasando, nubla el presente con las dudas y pierdo la noción de lo que estaba sucediendo respecto al ahora, dejo de reconocer si aún es mutuo lo que venía sucediendo, no sé que coño está pasando... 

Por ahora, acertada o erróneamente, estoy "asumiendo" que algo nos trastocó, bueno... Vos nos trastocaste primero y nos dejaste así, trastocados, y estoy pensando, queriendo, odiando, extrañando, dudando, reintentando, renovando y aguatando porque me gusta la idea de lo que podría ser; aún así me conocí un poco más y logré entender algo de mí y es que no estoy buscando a alguien, sino que estoy a la espera de alguien que me encuentre.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Quise seguir mi vida y probablemente el error sea ese, que ya no es mía.

Hay días de luz, días que solo brillan, hay otros un tanto opacos o muy nublados que aun así permiten el paso a la luz del sol, pero hay otros como hoy que no son claros, simplemente son días que no están y paradójicamente son estos días sin fuerza y energía los que me llegan al alma, los que “iluminan” mi mente y mi razón… El mundo gira, no para ni un solo momento, quien se ha detenido soy yo y me detengo porque estoy pérdida, mi subconsciente y mi espíritu nuevamente entraron  en debate en una humareda que no sé cómo dispersar.
El corazón y la cabeza saben que me he equivocado, si! Lo he hecho, y no una, ni dos veces han sido cientos de veces y la verdad sea dicha serán muchas más porque soy humana, soy mujer y en muchas ocasiones aún soy niña y no me afecta decirlo porque es cierto, a mí misma no me puedo mentir, no es necesario hacerlo, no me interesa hacerlo, soy yo, siempre soy yo, la misma, la de una sola cara, una sola mirada, uno solo llanto, una sola grosería, una sola sonrisa, un solo querer, una sola respuesta  y eso está por sobre todo.  Pero el conflicto real no lo busco en los errores, está en poder saber si he fallado (…) jueputa! Como me ha pesado el analizarlo, y no porque crea haberlo hecho (o al menos hasta el momento es lo que veo), sino porque a veces permito que me señale, he permitido que indague en mi cabeza, en mi esencia, en mi yo y me haga dudar de lo mucho que he hecho y de lo poco que he logrado, y es que a la final ¿qué son ese mucho o ese poco? Son NADA, porque lo cierto es que como ya lo dije, el mundo siguió y quien se quedó fui yo, entonces quizá tenga razón quienes están alterados son mis sentidos, son pensamientos, son mis sentimientos, son mis percepciones, son mis ideas y haya llegado el momento de dejar de ser. La cabeza me da vueltas y no sólo porque gire el mundo, sino porque hay mil aves en mi cabeza y todas están tratando de anidar.

Mi razón por su lado está perdida, no vino, ya no quiere participar; la verdad sea dicha junto con el alma quisieran dejarse llevar, poder ir. Anhelan una de esas noches en las que siendo parte de mí y aun así siendo yo una sola estábamos fuera sobre algún prado mirando fijamente la Luna, recibiendo la energía solitaria, alegra y resplandeciente de nuestra hermosa Luna, esa que ya no está o al menos no para nosotras porque hasta a ella la hemos olvidado, también a ella la dejamos de lado. Hoy alguien muy importante me dijo: “Todos tenemos derecho a estar sensibles, a dudar de nosotros y sobre todo a estar nostálgicos... Sin embargo, cuando estamos así, solemos ser muy 'crueles' con nosotros mismos, nos castigamos muy duramente; al mirarnos al espejo somos los peores jueces que podemos tener” puede que sea cierto, el problema es que mi juez no es uno, no son dos, no son cualquiera, mi mayor acusación empieza y proviene de mí misma y eso es lo que daña el equilibrio de la balanza.


  Quise seguir mi vida y probablemente el error sea ese, que ya no es mía.