lunes, 6 de junio de 2011

Vacio

¿Vacio? ¿Será eso lo que hay en mi? ¿Será eso lo único que queda de todo lo que fui? ¿Será lo único que queda de todo lo que di? ¡Si! Realmente me marchitaste, fuiste aquel camino de luz que se convirtió en un túnel que simplemente me llevó a la más absurda desilusión, más allá de la alegría que me diste cambiaste mi mundo cuando me enseñaste que era la desolación…  Cuando cambié mi vida por ti lo hice creyendo que harías lo mismo por mí, lo hice segura de que valorabas mi alma, mis sueños, mi amor, mi corazón, pero… Dios, como duele la verdad, como duele la realidad que me mostraste, como duele saber que no siempre darlo todo significa recibirlo. Yo siempre pensé que hacer las cosas bien harían que me salieran igual, siempre me enseñaron que uno en la vida obtiene lo que merece, el problema es que no sé que fue aquello tan malo que hice para merecer este dolor… jueputa!! Me duele tanto! Quiero gritar, quiero llorar, quiero tener amnesia, dormir por mucho, mucho tiempo para que así te desvanezcas de mi vida, te desaparezcas de mi alma, te me borres de la mente, te vayas por siempre de mi corazón.
Recuerdo que cada vez que te miraba, la paz y la alegría me invadía, recuerdo que daba todo por esos ojos que me encantaban, ojos cafés que me hechizaban… hoy, cada vez que te miro odio lo que te volvieron, odio lo que la gente, la vida y el tiempo hicieron contigo, pero aún así, sabiéndote algo inocente,  no puedo negar todo lo que me hiciste… no puedo negar que eres la persona más cruel que jamás pude conocer, porque a cambio de amor solo pudiste darme lágrimas, a cambio de mis besos y mis abrazos me diste la espalda, me botaste, me dejaste tirada… aún no entiendo cómo se puede hacer eso con alguien que te dio días, noches, años de su vida, aún no entiendo cómo se lastima a la persona que te regaló desde lo más vano hasta lo más profundo de su ser, como se hiere a quien te dio sus sueños, sus esperanzas, sus anhelos, su cuerpo… Cada día que pasa me cuestiono ¿qué pasó? ¿En qué fallé? Cómo fue que la vida me hizo esto si pese a mi falta de razón, razón cegada de amor, yo actuaba con mi corazón… todos los días me cuestiono como vivir sin ti, me pregunto qué hacer para seguir adelante sin tu amor, un amor falso ¡un amor que creo que jamás existió! Y cuando me doy cuenta de eso me odio a mi misma por ilusa, por ingenua, por pensar que mi vida era buena, por creer que merecía un amor sincero, pero peor aún me odio por creer que ese amor sincero podía venir de ti, pero más aún odio tener que admitir que aún hoy lloro por ti, odio admitir que aún te siento, odio decir que aún haces parte de mi vida sencillamente porque no te mereces estar en ella, no mereces nada de lo que te brindé.