miércoles, 23 de abril de 2014

Las decisiones que debemos tomar.

No es que no quiera tenerte cerca, no es que halla sucedido algo terrible o que ya me hallas lastimado, es solo que ... Cuando uno decide estrellarse debe poder tener la más mínima certeza de que el posible golpe valdrá la pena, debe haber algo que te aferre a querer seguir cayendo sin importar cuan profundo sea, y contigo pasa eso, todo inicia de una forma en que no hay campo para dudar en irme sumergiendo voluntariamente y poco a poco; me regalas parte de tu mente, de tus ideas, me abres una parte de tu corazón y eso es lo que me genera infinita confianza pero de repente ya no estás, no sé o no entiendo que sera lo que pasa, no me hablas como antes así qué no puedo ayudarte, apoyarte, desconozco totalmente tu  situación y mi posícion, y es que no te pregunto porque tampoco quiero entrometerme más de lo permitido, quiero que confíes en mi, que sepas qué estoy contigo, que te apoyo. Pero aparentemente tu no piensas  igual, y  por el contrario queda la intermitencia de tu presencia, sólo se visualiza el rastro abstracto de la que fue tu sombra, de tus palabras bonitas ya sólo mis recuerdos quedan y cuando me doy cuenta de eso, todo cambia. En algún punto del camino me dejas sola, y ha sucedido tantas veces ya, que llegó el momento decisivo donde debo darme cuenta que algún día lo harás definitivamente, entonces mi lucha, mi tristeza y mi riesgo fallido serán sólo míos. 

Hoy, después de muchas pocas palabras, llego a racionalizar cuanto me gustas y se torna preocupante, por ende decidí que mientras esté en mis manos no quiero saber de ti, no quiero que sepas de mi, y no se trata de que no pueda saludarte, o que si te veo en la calle vaya a ignorarte, se trata de que mientras esté en mis manos necesito que dejes de gustarme, necesito dejar de pensarte, de visualizarte en la distancia, de anhelarte, no quiero que me atraigas mas porque lastimosamente tengo la mala idea, la pésima convicción y la odiosa costumbre de ponerle mi empeño ciento por ciento a todo, sea para bien o sea para mal y tu eres un mal que me encanta, pero que muy a mi pesar después de un tiempo me alejas y personalmente, ya fue suficiente, lo hiciste el máximo de veces permitidas, no puedo dejar que siga pasando.

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